Proyecto de Leo Chiachio y Daniel Giannone. Buenos Aires - Argentina

sábado, 3 de diciembre de 2011


Chiachio & Giannone : "Diseño arquitectónico del MUPI - Museo Piolin"
Artista invitado: Chino Soria
2011
C. C. Recoleta - Bs. As. Diciembre 2011
Curador: Cristina Schiavi

MUPI - Museo Piolín

Piolín es nuestro Hijo-mascota. Él es un salchicha miniatura.
En el año 2005 comenzamos a trabajar en el proyecto MUPI “Museo Piolín” en donde más de 100 artistas participaron en una primera instancia creando obras para él. Esta idea que comenzó como un juego en donde sus tíos artistas regalaban obras a Piolín para su cumpleaños, fue creciendo hasta crear su propia colección y como tal, necesita de un espacio: un museo. La condición para formar parte del MUPI es que la obra debe hacer referencia a Piolín o a su mundo. Cualquier formato es posible (fotografía, pintura, escultura, poesía, etc.) el tamaño de la pieza debe ser tamaño Piolín. La obra se exhibe de una forma particular: a la altura Piolín. Es decir, que para poder ver sus obras debemos hacerlo desde su perspectiva.

El MUPI fue exhibido en varias oportunidades. En esta instancia el artista Chino Soria es invitado para crear sus instalaciones bajo los requerimientos específicos de cómo Piolín quiere que se exhiban sus obras.

“Presentar este proyecto es como presentar un nuevo espacio para que la humanidad lo habite con alegría. Un espacio donde es posible representar a la humanidad a sí misma en el que ella puede tener lo mejor: su capacidad de reinventarse, de crear vínculos a partir del afecto, su infinita competencia para crear múltiples lenguajes…”

“Cuando nos referimos al movimiento que crea el MUPI, nos referimos, sobretodo, a un movimiento fundamentalmente político que tiene como objetivo crear espacios de humanidad,…son, como no podrían dejar de ser, espacios de resistencia a la avasalladora cotidianidad consumista y práctica...”

“….Piolín participa de la fantasía, pasa a habitar este mundo creado activamente. Interactúa alegremente con el ambiente. Leo y Daniel se encuentran en algún lugar donde está guardado el niño escondido de cada uno. Lo reconocen y lo proyectan en Piolín. La cadena se desparrama: los niños de antaño guardados y valientes se encuentran y se comunican con tanta estridencia que terminan haciendo que otros se junten…”

“Y el juego continúa abierto. Moviliza esa fuerza artística de mas de 100 personas en pro de una necesidad apremiante de una cadena de transmisión eficaz que ayude a realizar el deseo escondido de cada uno. A este fenómeno lo llamo aquí de política: la fuerza de esos habitantes artistas de la polis moviéndose en una única dirección: la de la conexión afectiva. Eso cambia un mundo. Más que una polis. Piolín se torna, de esa forma, elemento de ligación e icono...”

“El MUPI dice un poco de eso: dice que en el hacer artístico contemporáneo hay espacio para el sueño y el juego, para que el amor de cada uno sea respetado y colectivizado como algo vital, y dice que hay espacios para que obras y conceptos artísticos…”

“En el MUPI, corazón, concepto y obra se funden en los objetos más variados, todos ellos, objetos de deseo creados para otro”

“Se puede decir, por la notable cantidad de nombres que se agregan al proyecto MUPI, que Piolín ya representa un hito en la afectividad porteña… Llevar adelante este proyecto, por Latinoamérica, es – parafraseando al escritor Ítalo Calvino – ampliar lo que no es infierno en este mundo. Es un proyecto con más cielo, menos infierno.”

Una estética y una política del afecto por Camila Do Valle. Escritora brasileña.

Traducción: Ivana Vollaro